Los créditos son un tipo de operación financiera en el que una entidad financiera (o una persona) presta dinero a una persona o empresa (conocido como acreedor) en la que el acreedor se compromete a repagar el dinero prestado bajo unos términos y unas condiciones determinadas en un tiempo establecido más intereses, seguros y costos, si es del caso.
Hay varios tipos de crédito entre los cuales los más comunes son:
– El crédito tradicional, el cual consiste en el préstamo a un número determinado de cuotas que incluyen seguros para cubrir posibles siniestros involuntarios.
– El crédito al consumo es un préstamo que se proporciona al acreedor para que este lo invierta libremente.
– El crédito comercial es un tipo de préstamo para empresas con el fin de que estas puedan adquirir bienes o refinanciar otras deudas.
– El crédito hipotecario se otorga para adquirir un bien inmueble en el que dicho bien es la garantía de pago y, en caso de que el acreedor no cumpla con el repago, el prestatario se convierte en el poseedor legal del bien.
– El crédito prendario se otorga al acreedor para que este adquiera un bien mueble y funciona con las mismas condiciones de un crédito hipotecario.
– El crédito rápido es un tipo de crédito que no exige muchos requisitos a los solicitantes y se aprueba (o niega) el mismo día de la solicitud.
– El mini crédito es una modalidad en la que se prestan pequeñas cantidades de dinero (hasta 600 euros).