Mucha gente se pregunta como se ha podido llegar al nivel de inestabilidad económica mundial en el que nos encontramos cuando mucha gente estaba advirtiendo sobre los peligros de lagunas de las actividades que se estaban llevando a cabo.
Sin embargo, la realidad es que muchos de nosotros hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades, pidiendo sobre todo créditos para todo y que a la hora de llegar el momento de pagar y encontrarnos con el problema de no poder hacerlo han acabado por desequilibrar una balanza que ya de por sí no estaba para nada bien igualada, principalmente por la parte de las empresas, que también superaron con mucho su potencial para hacer frente a muchas de sus deudas.
Un ejemplo lo tenemos en las hipotecas norteamericanas conocidas como hipotecas basura, productos financieros en los que invertía mucha gente a pesar de que se sabía que eran productos de alto riesgo porque se estaba prestando dinero a entidades que no podrían pagar sus deudas, hinchando de este modo una burbuja hasta que finalmente explotó y nos golpeó en la cara a todos, tanto a quienes tenían su parte de responsabilidad como a quienes ni siquiera sabíamos lo que estaba ocurriendo, pero que acabó por llevar a la quiebra a empresas de las que dependía en gran medida todo el equilibrio financiero.